Un joven de 18 años fue asesinado este fin de semana en Federación. Franco falleció tras recibir heridas de arma blanca, que le habría propinado otro menor de 17. El contexto de esta historia es similar a otras: gresca, viejas diferencias, enfrentamiento de bandas y/o entre familias, entre otras. Este es el tercer homicidio en lo que va del año en esa localidad
Otro de ellos tuvo lugar en la noche del lunes 17 de enero, cuando murió un hombre de 30 años, oriundo de Concordia, pero quien desde hacía un tiempo estaba viviendo en Federación.
Apenas unos días antes y cuando recién había comenzado el año, un asesinato volvió a enlutar a la comunidad federaense. El 3 de enero, en el marco de una pelea, un joven de 29 años recibió una herida mortal de arma blanca en el pecho.
En el mes de abril, en una institución escolar, un menor fue herido en el antebrazo con un arma blanca. En los casos en los que hay menores involucrados, como lo fue éste, intervienen distintos organismos de asistencia y contención, como el Consejo Provincial del Niño Adolescente y Familia (CoPNAF), autoridades judiciales, profesionales de la Salud, entre otros.
Desde la Policía
El jefe de la Policía Departamental de Federación, comisario inspector Luis Pereyra, admitió que es importante la cantidad de personas armadas que identifican en los operativos que realizan en esa localidad durante los fines de semana. Señaló que muchos de los portadores de armas blancas son menores, tal los resultados de los operativos “saturación”, donde se hace el palpado que permite detectar las armas en cuestión.
Dijo que algunos de los involucrados en esas situaciones son chicos escolarizados, otros no y reconoció que las peleas, incluso las que terminaron con consecuencias fatales, responden a un contexto de problemas entre unos y otros. “Estamos trabajando y viendo qué solución le podemos dar”, afirmó. Pereyra recordó un encuentro que tuvo lugar en febrero en Federación, del que participaron distintos actores sociales, entre ellos la Policía y donde se expuso la preocupación por la problemática en cuestión.
No se trata de delitos comunes o hechos de inseguridad como puede darse en la misma localidad o en el resto del departamento o provincia, sino de una situación que hay que abordar desde diferentes estamentos, porque con las tareas de prevención y/o intervención de la fuerza de seguridad no es suficiente. Más aún, cuando hay menores de por medio.
Pereyra insistió en la preocupación que generan los enfrentamientos entre pares, entre miembros de familias conflictivas y señaló que es necesario “llegar de otra forma” para “abordar el tema”.
Apuntó que las armas son encontradas en distintos puntos de la ciudad, no sólo en barrios periféricos. Y sobre los protagonistas de esos hechos, dijo que “algunos ya han tenido problemas con la Justicia, otros no”.
También dejó en claro que la droga y el alcohol no son ajenas a esos contextos violentos entre grupos.
Por último, el jefe policial manifestó que en el trabajo policial de prevención durante grandes concentraciones “no hay este tipo de problemas”.
